“No Vemos al mundo como es, vemos al mundo como somos”
BUDA.
La vida no
es como creemos, la vida es como la interpretamos. Pensamos que la “realidad”
es lo que está delante de nuestros ojos y nada más alejado de La Realidad.
Estamos seguros que “la verdad” es como
nosotros vemos el mundo. Se ha demostrado infinitas veces que cada uno mira la
misma situación y la interpreta a su
manera. Para una persona un partido de futbol puede ser una experiencia inútil
y aburrida mientras que para otra despertar un sinfín de emociones y pasión. Y
en verdad el partido es el mismo.
Mientras
que para miles de mujeres un hombre puede pasar desapercibido para otra puede
ser el más lindo del mundo y el amor de su vida. El hombre es el mismo.
Existe una
realidad objetiva por ejemplo: una casa.
Ahora
esa casa es donde me crie, entonces esa casa tiene una realidad
subjetiva. Para mi tiene cientos de significados en mi vida.
Y así
podemos dar infinitos ejemplos. La vida, las personas y las cosas son como son
y son como las observamos.
El problema
que suscita cuando no nos damos cuenta de esto es que quedamos atrapados en la
trampa de nuestras absurdas certezas. Y desde nuestras certezas nace algo que
nos hace mal a nosotros y a los que nos rodean: El juicio.
Juzgamos al
mundo y a las personas no como en realidad son, sino desde nuestra limitada
percepción humana. El Gran Enunciado de la Ontología del Lenguaje nos recuerda
que: “No sabemos cómo las cosas son, solo sabemos cómo las interpretamos.”
Cuando
ligeramente criticamos a alguien y decimos cosas como que es un amargado, loco
antipático o lo que sea que observemos, no tenemos ni la más remota idea porque
esa persona esta amargada, loca o antipática. Cada uno vive su propio paraíso o
infierno, detrás de cada persona muchas veces hay angustia, vacío, depresión,
miedo etc. y nosotros solo vemos el exterior de cada ser y es allí donde los
juzgamos sin piedad. Y rápidamente sacamos la conclusión de cómo, según
nosotros “es” esa persona.
Lamentablemente
este mecanismo de pensamiento la sociedad lo tiene incorporado de manera
automática, y nos vivimos juzgando y criticando todo el tiempo.
Sera por
eso que uno de los tantos consejos que nos dejó Jesús fue: “No juzgues porque
con la misma medida que juzgues serás juzgado”.
También nos
ocurre con la interpretación de los sucesos de nuestra vida, cuantas veces creímos
que los que nos pasaba era nuestra gran tragedia y termino siendo una
bendición.
Conozco a
varias personas que cuando sus parejas los abandonaron, sintieron que era el
fin del mundo y luego más adelante conocieron al Amor de su vida. Ahora miran
para atrás y observan que gracias a que los abandonaron pudieron conocer a esa
persona que trajo tanta alegría a su vida. Detrás de muchas crisis se encuentran escondidas
grandes bendiciones. El secreto está en no juzgar rápidamente por lo que
nuestros cinco limitados sentidos observan. Realmente sabemos muy poco como las
cosas son y así y todo pensamos y hablamos como Si supiéramos. Somos opino
logos profesionales y en eso nadie nos gana.
Considero
que la señal de una persona madura espiritual y emocionalmente es aquella que aprendió
a no juzgar, porque se dio cuenta, como Sócrates, que no sabe nada.
Erradicar
este vicio de creer saber cómo las cosas son y de juzgar rápidamente, no será
tarea sencilla para aquel que quiera superarse, ya que está arraigado en
nuestro ADN, y viene de generación en generación. Hasta es parte de nuestra
cultura.
Necesitamos
dejar de lado nuestra soberbia, reconocer la ceguera y ser muy humildes para
darnos cuenta lo finito y limitado que somos.
Pero si
alguien ha tomado la divina misión de
dejar de juzgar y comenzar a trabajar en su propia persona. Habrá retomado el
camino de la salvación. No será tarea fácil, pero valdrá la pena.
Ocurrirán
los más grandes milagros…comenzaremos a ver con los ojos del Corazón.
Carlos
Murua, Coach Ontologico.
Carlos gracias por transmitir y compartir desde tu ser este bello y acertivo mensaje de crecimiento a los que tratamos humildemente llegar a nuestra mejor versión en esta búsqueda de nuestro ser... GRACIAS GRACIAS GRACIAS
ResponderEliminar