miércoles, 15 de abril de 2015

El Condicionamiento




«Ser uno mismo en un mundo que constantemente trata de que no lo seas, es el mayor de los logros». EMERSON.

El sistema social y familiar nos ha condicionado a su imagen y semejanza. Cuando nacemos en esta tierra, venimos totalmente libres , puros y sin influencias externas, pero lentamente a medida que vamos creciendo los mayores nos van indicando como tenemos que comportarnos, qué tenemos que hacer, qué cosas no tenemos que hacer, cómo debemos pensar y hablar ,y qué cosas elegir y cuáles no. Lo que está bien y lo que está mal. Siempre por supuesto ante la mirada subjetiva de los adultos que “saben” cómo son las cosas. Muchos de nuestros progenitores, con las mejores intenciones, nos decían qué teníamos que hacer, cuando en realidad varios de ellos no le habían encontrado la vuelta a la vida.
El niño aprende los comportamientos sociales por observación e imitación de modelos. A medida vamos creciendo desarrollamos conductas automáticas en nuestra vida. O sea, aprendemos por lo que vemos y hacemos, lo que nos dicen que hagamos, pero no aprendemos por propia experiencia. De hecho nos impusieron  qué teníamos que hacer y a muy pocos le preguntaron que querían ser y que querían hacer.

El sistema no nos dio muchas opciones para elegir. Ni siquiera tuvimos tiempo para pensarlo. Este es un modelo, más o menos parecido de condicionamiento que nos impusieron a la mayoría de nosotros:
Debíamos ir a la escuela primaria, nos dieron  uniforme (una sola forma), luego la secundaria, si no vamos a la universidad, hay que tener un oficio o trabajar, para juntar dinero, para casarse, tener hijos, comprar una casa donde viva nuestra familia, un auto para transportarlos, salir de vacaciones, mirar la televisión, seguir trabajando para mantener el estilo de vida, jubilarse y morir.

   En la película The Truman show, Jim Carey en el personaje de Truman dice: “Aceptamos la realidad del mundo que nos presentan”.
La clave para ser libres de este condicionamiento estará en hacer un trabajo a conciencia de autoconocimiento. Conocerse bien a fondo, saber quien soy de verdad, qué es lo que verdaderamente quiero y qué cosas no quiero para mi vida. Conocer mis talentos , pulirlos y ponerlos al servicio de esos sueños que hace años están en el corazón.
Para esta trabajo quizás necesitemos ayuda de un terapeuta un Coach o algún especialista con las herramientas necesarias para que te sirvan de espejo y así descubrir tu verdadero ser, tu esencia.
Lo importante es descubrir lo que vos querés hacer y lo que querés ser, no lo que la sociedad o las modas imponen. No es una labor que se recojan frutos de un día para el otro, quizás lleve meses o años, pero seguro que valdrá la pena. El resultado será el fruto de ser vos mismo.

"Me percaté de cuántas ideas falsas había admitido siempre como verdaderas, y de cuán dudosas eran las que, a lo largo de mi vida, había construido sobre ellas. De modo que era preciso arrancarlas de raíz, para comenzar de nuevo desde los cimientos. Por tanto me he procurado un reposo tranquilo, en apartada soledad, con el fin de dedicarme en libertad a la destrucción sistemática de mis opiniones".
- René Descartes



CARLOS MURÚA, COACH ONTOLÓGICO.

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